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Anonim

Los sociólogos se preocuparon por las condiciones de la prisión en la década de 1950 debido a un fuerte aumento en el número de prisioneros y el hacinamiento en las cárceles. Después de que un grupo de prisioneros cortaron sus tendones en protesta por las condiciones en una prisión de Louisiana, los reformadores comenzaron a considerar seriamente cómo mejorar las condiciones. Las cárceles en 2011 sufren de algunos de los mismos problemas, aunque los presos ahora se capacitan para trabajar mientras están en prisión y su entorno de vida es más saludable.

Población reclusa

En la década de 1950, había alrededor de 23,000 personas en una prisión federal y 186,000 en una prisión estatal. Por lo tanto, a los estadounidenses les preocupaba la cantidad de personas en prisión y el crecimiento aparentemente exponencial del crimen durante esta década. Este número ha aumentado en los últimos 60 años; a partir de 2011, hay 208,118 personas en una prisión federal y aproximadamente 1,4 millones de personas en una prisión estatal.

Rehabilitación

Las prisiones en la década de 1950 no se centraron en la rehabilitación, en su mayor parte. La prisión era vista como un castigo y tenía la intención de disuadir a posibles delincuentes de participar en actos ilegales. Además, los dueños de negocios se opusieron a enseñarles a los presos las habilidades laborales porque temían que los prisioneros les quitaran empleos a la población no penitenciaria. En contraste, muchos priones en 2011 ofrecen habilidades laborales y programas educativos para ayudar a los reclusos a encontrar actividad productiva.

Reincidencia

En la década de 1950, alrededor del 60 por ciento de los delincuentes repitieron sus delitos después de ser liberados de la prisión. Encylopedia.com informa que no había una regla organizada con respecto a la libertad condicional; a menudo, los delincuentes violentos eran puestos en libertad condicional mientras que los delincuentes no violentos permanecían en prisión durante toda su condena. Este problema continúa hoy en día, ya que las personas que poseen drogas y otros delincuentes no violentos constituyen un gran porcentaje de la población carcelaria.

Condiciones penitenciarias

Las prisiones de la década de 1950 a menudo sufrían de hacinamiento masivo. Las celdas de la prisión destinadas a albergar a uno o dos reclusos a menudo contenían cuatro o más reclusos. Como resultado, los presos no pudieron compartir los baños adecuadamente y vivían en la tierra y la miseria; además, a menudo luchaban violentamente entre sí, además de ser golpeados por guardias. Si bien estas condiciones han mejorado, en 2011 el hacinamiento en las prisiones estatales sigue siendo una preocupación.

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