El dinero es el estado, el estado es el poder, el dinero es el poder: todos conocemos el ejercicio, incluso si no somos tan ricos. Si bien el dinero puede hacer que te sientas poderoso en lo abstracto, una nueva investigación sugiere que la mayoría de nosotros somos todos sin sombrero y sin ganado. Nos gusta la idea de gastar libremente mucho más de lo que realmente nos gusta hacerlo.
Dicho de otra manera, los economistas de la Universidad Estatal de Ohio han demostrado que decimos que estamos dispuestos a gastar aproximadamente el doble de lo que realmente hacemos. ¿Las buenas noticias? Esto significa que, en su mayor parte, respondemos de manera realista a las presiones financieras. Los economistas de OSU estaban interesados en un sesgo hipotético, que es lo que parece: preferir condiciones abstractas o imaginarias a las reales. La investigación tiene grandes implicaciones para los grandes proyectos de gasto, como el socorro en casos de desastre, lo que significa que los responsables políticos tienen algo de psicología que superar. Para los consumidores comunes, sin embargo, podría sacudirse a su favor.
La mejor manera de averiguar cómo ve su dinero es sentarse con él. Incluso si no se siente particularmente grandioso con respecto a sus gastos, ayuda obtener una idea simple y precisa de cuáles serán sus necesidades y gastos, y cómo lo cubrirá. Vivir dentro de sus posibilidades no tiene por qué significar pellizcar centavos y FOMO constante. Pero la mejor información para usar en la toma de decisiones es la información clara y precisa. Una revisión podría incluso mostrar que tienes más margen de maniobra de lo que pensabas, lo que significa que nunca es un mal momento para volver a intentarlo.