Todos conocemos el trato de negociar su salario durante el proceso de contratación: especialmente si es mujer, no se subestime y no deje dinero en la mesa. Pero puede estar preocupado por el problema opuesto, pedir demasiado y perder la oferta. ¿Cómo construyes tu caso y te preparas para el éxito?
Sobre La musa, la reclutadora Jessica Vann tiene algunas ideas sobre cómo calcular el salario que debería ser. ¿La comida para llevar más grande? Recuerda que algún valor no siempre será monetario.
Una táctica es confiar en una calculadora de salario. Los sitios web como Glassdoor o PayScale ofrecen estimaciones agregadas de lo que las personas con su título de trabajo pueden hacer en diferentes ciudades e industrias. Estos puntos de datos a menudo son autoinformados por los usuarios, por lo que debe esperar una cierta cantidad de variación. Los expertos están de acuerdo en que cuando discute el salario con un reclutador, no debe mencionar las calculadoras de salario como tales, pero tener ese número en su cabeza puede ayudarlo a determinar si la oferta es razonable para su nivel de habilidad y costo de vida.
Sin embargo, esa es solo la primera parte del proceso. Vann aconseja que también considere algunos intangibles al sopesar la oferta salarial de un trabajo. ¿Obtienes mayor flexibilidad, o alguna otra compensación? ¿Es esta empresa capaz de acomodar un salario más alto? (Piense en organizaciones sin fines de lucro en lugar de en una empresa de tecnología). ¿Es usted más joven o mayor que la persona promedio con este título de trabajo? ¿Puede señalar los logros y las tendencias en su trabajo que justificarían aumentar su salario? ¿Qué valor estás agregando a esta nueva empresa?
Sepa cómo plantear esos puntos de manera clara y concisa. Desea que su reclutador entienda que es un gran beneficio para la compañía, en lugar de insinuar desde el principio que sus jefes potenciales ya le están haciendo las cosas muy mal. Obtener su salario desde el principio es una de las mejores maneras de garantizar su seguridad financiera durante años. (¡No hay presión!) Es un proceso angustioso, pero puede usar los datos para contar una historia sobre lo que ofrece a sus futuros empleadores y por qué ese valor merece un poco más de pago.