Anonim

crédito: @ kelliekoo / Twenty20

Si planeaba usar Uber en Londres, hágalo rápido: la empresa con problemas de viajes compartidos acaba de perder su licencia para operar en la ciudad. Esta semana, el grupo regulatorio Transport for London anunció que no renovaría la licencia de Uber para operar por varios motivos, incluidos problemas laborales, trucos de aplicaciones y acusaciones de poner en peligro la seguridad pública.

La gente bromea sobre los británicos como maestros de la subestimación, lo que hace que el hallazgo de que Uber "no está en forma y no sea apropiado" sea una verdadera estafa en el servicio. Londres tiene aproximadamente 40,000 conductores Uber, con 3.5 millones de clientes que utilizan la aplicación al menos cuatro veces al año. Después del 30 de septiembre, todos pueden estar fuera de suerte.

TfL ha informado hoy a Uber que no se le otorgará una licencia de operador de alquiler privado. pic.twitter.com/nlYD0ny2qo

- Transporte para Londres (@TfL) 22 de septiembre de 2017

Uber ha tenido un año difícil, en gran parte debido a las acusaciones de sexismo desenfrenado y abuso por parte de los ingenieros en su sede. El CEO Travis Kalanick se vio obligado a renunciar este verano, con la esperanza de que un líder menos controvertido pudiera corregir la imagen de la compañía. Todo esto se suma a las preocupaciones de que el modelo de negocios de Uber se basa en la raspadura y la subcotización deliberada de los taxistas de cuello azul. Los antiguos conductores de taxis negros de Londres, que se han organizado en la ciudad desde 1634, han visto enormes pérdidas desde que Uber llegó a Londres antes de los Juegos Olímpicos de 2012. El hecho de que muchos de los conductores de Uber son inmigrantes ha provocado más tensiones, ya que los partidarios denuncian que las campañas contra Uber son racistas.

Una de las razones por las que Transport for London cortó a Uber se reduce al engaño. Los reguladores alegan que Uber utiliza una técnica de software en su aplicación llamada "greyballing", que identifica a los funcionarios en las ciudades donde Uber está prohibido y les impide utilizar el servicio para evitar la detección. Uber niega los cargos y ha dicho que impugnará la decisión ante el tribunal.

Este enfrentamiento ha estado viniendo por un tiempo. Uber recibió una licencia de cinco años para operar en Londres, que expiró a principios de este año. Los reguladores ofrecieron una extensión de cuatro meses mientras investigaban una serie de quejas sobre el operador de viaje compartido. Aún así, la decisión de no renovar podría causar dolores de cabeza a turistas y residentes por igual; Londres, que ya es una de las ciudades más caras del mundo, también tiene el sistema de transporte público más caro del mundo.

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