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Hay dos preocupaciones principales para todos los inversionistas: la tasa de rendimiento que pueden esperar de sus inversiones y el riesgo involucrado con esa inversión. Si bien a los inversores les encantaría tener una inversión que sea a la vez de bajo riesgo y alta rentabilidad, la regla general es que existe una compensación más o menos directa entre el riesgo financiero y la rentabilidad financiera. Esto no sugiere que exista una relación lineal perfecta entre riesgo y rendimiento, sino simplemente que las inversiones que prometen los mayores rendimientos son generalmente las más riesgosas.
Inversión sin riesgo
Una inversión sin riesgo es una inversión que tiene una tasa de rendimiento garantizada, sin fluctuaciones y sin posibilidad de incumplimiento. En realidad, no existe una inversión completamente libre de riesgos, pero es una herramienta útil para comprender la relación entre el riesgo financiero y el rendimiento financiero.De acuerdo con los conceptos básicos de la economía de mercado, habría una demanda tan alta para una inversión sin riesgo que la institución propietaria de los activos subyacentes a la inversión establecería la tasa de rendimiento en algo esencialmente igual al valor temporal de esa inversión. En otras palabras, si invirtió en una inversión sin riesgos, su rendimiento se basaría esencialmente en el valor de tener dinero ahora en lugar de en algún momento en el futuro. Es por eso que las tasas de interés en las cuentas de ahorro son tan bajas. Estas son inversiones virtualmente libres de riesgo.
Prima de riesgo
El cálculo del rendimiento financiero cambia cuando agregamos el riesgo a la ecuación. Suponga que hay dos inversiones que puede elegir para un período de inversión de cinco años. La inversión A no conlleva riesgos, y la inversión B tiene un 50% de posibilidades de no tener ningún valor en cinco años. Obviamente, si estas dos inversiones prometieran la misma tasa de rendimiento, ningún inversor racional elegiría la Inversión B. En cambio, tiene que haber algún tipo de incentivo para elegir esta inversión de mayor riesgo. Este incentivo generalmente es una tasa de rendimiento más alta o una tasa de rendimiento potencial y se conoce como la prima de riesgo.
Volatilidad
En el contexto del mercado de deuda, los inversionistas se enfrentan principalmente con dos escenarios: serán compensados a la tasa de rendimiento prometida, ni más ni menos; o perderán toda su inversión. Con las inversiones bursátiles, las posibilidades de rentabilidad son prácticamente infinitas. Una acción podría volverse completamente inútil o valer una cantidad inimaginable de dinero. Esto se debe a que el valor de una acción está determinado por las fuerzas del mercado que hacen que la acción aumente o disminuya con el tiempo. Esto se conoce como volatilidad. Una acción con máximos más altos y mínimos más bajos es más volátil y, por lo tanto, más riesgosa. Sin embargo, debido a que esta acción tiene máximos más altos, tiene una tasa de rendimiento potencial más alta.
Carteras y Gestión de Riesgos
Una cartera es un conjunto de inversiones. Un inversionista inteligente no pondrá todos sus huevos en una canasta e invertirá completamente en una acción. En cambio, la mayoría de los inversionistas eligen una colección de inversiones con diferentes niveles de riesgo y rendimiento. Al manipular la proporción de acciones de riesgo en su cartera, un inversor puede manipular su nivel de riesgo y el rendimiento potencial.