Anonim

Crédito: @ 5byseven / Twenty20

Las estadísticas y los rastreadores solían ser para sitios web y tráfico en línea. Ahora tenemos dispositivos portátiles y portátiles que miden cada una de nuestras salidas, desde la calidad del sueño hasta los pasos, la presión arterial o si estamos conmocionados. Dada la casi ubicuidad de estos dispositivos, vale la pena preguntar: ¿Qué obtienes realmente de ellos?

En una nueva investigación publicada esta semana, los científicos australianos pueden tener una respuesta algo decepcionante. Resulta que la mayoría de los beneficios de los dispositivos de seguimiento de la salud del consumidor son psicológicos. Eso no es nada si un FitBit te hace ejercitar más, pero podría plantear ciertos desafíos de otras maneras.

La razón se reduce a los estándares y la estandarización. Los dispositivos médicos deben cumplir con ciertas pautas para su uso en estudios aprobados. De las opciones comerciales disponibles, solo el 5 por ciento ha sido "validado formalmente" para cosas como calidad, calibración y confiabilidad. No todos los dispositivos en el mercado significan lo mismo por "paso", "normal" o incluso "dormido". Eso hace que sea difícil evaluar su valor médico.

Hay otra razón para desconfiar de los dispositivos médicos comerciales portátiles. Cuando genere tanta información personal, siempre piense en quién tiene el control sobre ella y hacia dónde irá. Recientemente, Google se unió a FitBit para crear productos de monitoreo de salud basados ​​en la nube, pero algunos expertos se preocupan por la forma en que se utilizarán esos datos personales. Un caso extremo en este punto: Canadá, donde los funcionarios de inmigración están utilizando kits de ADN de ascendencia para determinar algunas deportaciones.

En general, vale la pena usar wearables si entiendes sus limitaciones y sabes lo que quieres de ellos. "Tenemos que tener mucho cuidado aquí, porque hay mucha variabilidad", dijo el autor principal Jonathan Peake en un comunicado de prensa. "La tecnología podría ser bastante útil, pero no puede y nunca debe reemplazar la evaluación realizada por un profesional médico capacitado".

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