Anonim

Crédito: @ sony.khalizova / Twenty20

La generosidad puede parecer escasear en estos días, ya sea financiera, emocional o política. Por suerte para todos nosotros, el altruismo es un recurso renovable. Solo tenemos que comprometernos, como cualquier otro hábito.

Los psicólogos alemanes acaban de publicar una investigación sobre por qué es probable que los humanos se involucren en un comportamiento que es costoso para ellos mismos pero beneficioso para otras personas. Esto se denomina comportamiento prosocial, y es básicamente el fundamento de la civilización, en algunas definiciones. "La prosocialidad humana está en el corazón de las sociedades pacíficas, y es clave para enfrentar los desafíos globales", dijo la autora Anne Böckler-Raettig en un comunicado de prensa. "Pudimos demostrar que la prosocialidad humana es maleable y que diferentes aspectos de la prosocialidad pueden mejorarse sistemáticamente a través de diferentes tipos de entrenamiento mental".

La clave para cultivar un comportamiento prosocial es muy similar a entrenarse para ser consciente. Los investigadores tuvieron más éxito con los participantes del estudio que intencionalmente integraron ejercicios o prácticas cortas y consistentes. Un programa, llamado Módulo de afecto, consistió en "tres días introductorios, reuniones semanales con maestros y aproximadamente 30 minutos de práctica diaria a lo largo de tres meses"; Según un comunicado de prensa, después de completar el módulo, los participantes "fueron más generosos, más dispuestos a ayudar de manera espontánea y donaron cantidades más altas a organizaciones de asistencia social".

¿En breve? Si quieres ser más generoso en tu vida, tienes que trabajar en ello. La buena noticia es que, una vez que haya integrado ese trabajo en su día a día, la generosidad se convierte en su configuración predeterminada. Ya sabemos que la bondad y la compasión rinden frutos en el lugar de trabajo. ¿Por qué no ser el cambio y probar el altruismo?

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