Matt Lauer, el anfitrión de larga data de El show del anfitrión, se ha convertido en la última figura de la cultura de masas que se derrumba ante los cargos de acoso sexual en el trabajo. Personas de todos los géneros conocen el daño personal y profesional que sufren las víctimas de los hostigadores en el lugar de trabajo. Pero una nueva investigación respalda una conclusión frustrante que muchos sobrevivientes ya pueden saber: la compensación casi nunca parece ser proporcional y justa.
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- Ann Curry (@AnnCurry) 19 de octubre de 2017
Investigadores de la Universidad de Chicago acaban de publicar un estudio que examina las diferencias en la compensación de las víctimas en el lugar de trabajo cuando el daño es emocional o financiero. Los departamentos de recursos humanos no están en el negocio de proteger a los empleados vulnerables, sino que protegen a la empresa. Pero cuando ofrecen una restitución, tienden a centrarse en lo tangible, a veces en un proceso de compensación insuficiente.
Las compañías tienden a otorgar "una compensación considerable por la pérdida emocional si esa es la única pérdida", según un comunicado de prensa. Pero si un empleado sufre daños tanto emocionales como económicos (la pérdida de $ 50 en un robo traumatizante, por ejemplo), las empresas solo le reembolsarán monetariamente. Se complica aún más: si un empleado sufre una pérdida emocional y monetaria, pero la pérdida monetaria es pequeña, la empresa tiende a compensar como si no hubiera habido un daño financiero, es decir, generosamente. Pero no se sabe dónde está la línea de una situación a otra.
"Sería mejor decir 'Tenía tanto miedo que perdí dos noches de sueño' que decir 'Tenía tanto miedo que perdí dos noches de sueño y un día de trabajo'", según el estudio. "Si la víctima menciona el trabajo de un día, el mediador probablemente compensará a la víctima solo por su paga de un día. Si la víctima no menciona el trabajo de un día, el mediador probablemente otorgará más".
No se sabe cuántas carreras van y se han salido del camino debido a la toxicidad de género en los lugares de trabajo en todo el mundo. La carga emocional de hombres como Matt Lauer incurre en oportunidades perdidas, creación de riqueza perdida y creatividad perdida. Los empleadores deberían pensar mucho en cómo quieren reparar el daño de esa escala y alcance.