Anonim

Crédito: @ samanthavaughan / Twenty20

Si el trabajo es terrible, la oficina es probablemente el último lugar donde debes hablar sobre lo terrible que es. Eso no nos impide quejarnos de nuestros amigos, ya sea en la sala de descanso, el baño o el bar en la hora feliz. Sin embargo, no todas las partes difíciles de un trabajo son dramas en la oficina, y un nuevo estudio muestra cómo la formalización del proceso podría ser de gran ayuda para los empleados.

Investigadores en el Reino Unido observaron un programa para trabajadores de la salud llamado Schwartz Center Rounds, en el cual los empleados discuten sus desafíos emocionales, sociales o éticos en el lugar de trabajo una vez al mes. Al crear un espacio seguro para trabajar y ventilar estos problemas juntos, los participantes vieron una caída significativa en la angustia psicológica. La investigadora principal Jill Malben, de la Universidad de Surrey, dijo en un comunicado de prensa: "Los síntomas de ansiedad y depresión de T se reducen, tienen mayor capacidad para enfrentar los problemas que enfrentan y ellos tienen más empatía hacia pacientes y colegas, lo que sin duda tiene un impacto positivo en los que están a su cargo ".

Los profesionales de la salud son un caso extremo, dado que sus factores de estrés son intensos todos los días y sus propios niveles de estrés pueden significar la vida o la muerte de sus pacientes y clientes. Pero de una manera más generalizada, las oficinas podrían considerar establecer programas en los que los empleados puedan hablar de forma segura y abierta sobre dudas, preocupaciones, fallas e ideas para mejorar dentro de su trabajo. Si se maneja correctamente, también puede reducir las quejas y la ventilación acerca de la administración.

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