Tabla de contenido:

Anonim

Legalmente, las personas pueden usar los fondos derivados de una tarjeta de crédito para comprar un cheque de caja o un giro postal. Sin embargo, algunas instituciones financieras pueden optar por no aceptar una tarjeta de crédito como forma de pago. Aparte de las instituciones financieras, algunas tiendas minoristas y proveedores de servicios de dinero emiten giros postales y estas firmas pueden o no aceptar pagos con tarjetas de crédito.

Pagar con una tarjeta de crédito

Los cheques de caja y los giros postales son instrumentos negociables que proporcionan al beneficiario fondos garantizados. Las personas que compren estos artículos deben pagar en efectivo. Cualquier persona que pretenda financiar la compra con una tarjeta de crédito debe hacerlo haciendo un anticipo en efectivo, en lugar de pagar directamente el artículo con la tarjeta. Técnicamente, el comprador paga el cheque o el giro postal con dinero en efectivo, a diferencia de la tarjeta de crédito, porque el adelanto en efectivo y la compra son dos transacciones separadas.

Las restricciones

Los bancos normalmente permiten que tanto los clientes como los que no son clientes tomen anticipos en efectivo si presentan una forma de identificación válida y una tarjeta de crédito importante. Sin embargo, no se requiere que los bancos procesen adelantos en efectivo que excedan los $ 5,000 para no clientes. Muchas instituciones financieras cobran una tarifa por emitir cheques de caja y giros postales. Algunos bancos y cooperativas de crédito solo emiten estos artículos negociables a los titulares de cuentas. Las reglas de compra entre otras empresas que venden giros postales varían de una empresa a otra.

Gastos

En general, las compañías financieras cobran tasas más altas por adelantos en efectivo que otros tipos de transacciones. Además, muchas empresas cobran una tarifa de transacción que puede ascender al 3 por ciento del monto del anticipo de efectivo. Estas tarifas pueden hacer que los anticipos en efectivo sean muy costosos para los consumidores. Todas las tarifas cobradas por el banco o la empresa por comprar un giro postal o cheque de caja están además de las tarifas de anticipo de efectivo ya significativas. Las personas cercanas a su límite de crédito también pueden incurrir en tarifas de límite superior si el total general hace que excedan el límite de su cuenta.

Otras Consideraciones

Los cheques de caja son obligaciones del banco, a diferencia de la persona que compra el cheque. Si un banco le permite a un cliente hacer un anticipo en efectivo y luego comprar un cheque de caja, el banco corre el riesgo de una pérdida si la compañía de la tarjeta de crédito impugna el adelanto en efectivo. Esto ocurre en situaciones que involucran robo de identidad y con frecuencia resulta en que el banco tenga que reembolsar la cuenta de la víctima. En tal situación, el banco todavía tiene la obligación de pagar el cheque de caja si otro banco lo presenta para su pago.

Recomendado Selección del editor