En octubre de 2018, se conoció la noticia de que algunos de los minoristas más grandes y populares de Estados Unidos presentaron una demanda. La versión corta es que a empresas como Target y Amazon no les gusta pagar a las compañías de tarjetas de crédito las tasas ligeramente más altas que financian los programas de recompensas de los consumidores. Ahora, las compañías de tarjetas de crédito se preguntan si esos programas les valen la pena.
Los compradores, por supuesto, aman los programas de recompensas. Pueden ser excelentes maneras de financiar todo, desde unas vacaciones de ensueño hasta una taza de café gratis. Pero como escribe Chavie Lieber para Vox, esas codiciadas tarjetas de recompensas premium pueden ser una especie en peligro de extinción. ¿La razón? Los consumidores estadounidenses son realmente demasiado buenos para pagar a tiempo.
Las fuentes le dijeron a Lieber que las compañías de tarjetas de crédito están descontentas con la cantidad de clientes que pagan sus saldos puntualmente y en su totalidad cada mes. Eso niega a las compañías de tarjetas de crédito las tarifas atrasadas y las tasas de interés más altas, lo que impulsa sus ganancias. Otra parte de los clientes "juega con el sistema" pagando una tarjeta con otra para ganar puntos, o inscribirse en tarjetas ricas en puntos solo para abandonarlas más tarde, sin dañar su puntaje crediticio.
Vale la pena señalar que estas son las reglas establecidas por las compañías de tarjetas de crédito con respecto a su propio producto. Los clientes están usando estas tarjetas exactamente según lo previsto. El alcance y la cantidad de programas de recompensas de tarjeta de crédito pueden contraerse durante los próximos años, lo cual es una razón más (especialmente si confía en las recompensas) para mantener o intensificar sus estrategias de ahorro e inversión.