Si te gustan los superhéroes, Silicon Valley o historias inspiradoras de la vida real, eres parte de una fascinación universal por el liderazgo. La humanidad ha estado debatiendo lo que realmente significa desde que alguien decidió que era hora de ir a cazar un mamut. Sin embargo, puede haber un atajo alrededor de la narración y el filosofar. Podríamos saber más yendo directamente a la fuente.
Los economistas de la Universidad suiza de Zurich investigaron la neurobiología de las cualidades de liderazgo y la toma de decisiones. Específicamente, observaron cuándo las personas deciden delegar una elección. La mayor parte de lo que encontraron se redujo a quién asumirá los costos, y la responsabilidad, de la acción.
Su enfoque en la aversión a la responsabilidad no era tan claro como se podría suponer. Los participantes del estudio que en última instancia tenían cualidades de "seguidor" no tenían necesariamente más miedo a las pérdidas potenciales o menos probabilidades de disfrutar el control. En cambio, necesitaban mayor certeza sobre un resultado. A veces, eso significaba hacerse cargo de ellos mismos, y otras veces, lograr un consenso entre un grupo.
Este hallazgo encaja con otro estudio reciente que analiza cómo los bomberos dan "saltos de fe" al confiar en sus colegas, incluso si no tienen mucha evidencia directa de la trayectoria de otro bombero bajo presión. Los bomberos que participaron en el estudio utilizaron la información que pudieron encontrar, incluida la reputación y el rumor, para cimentar las opiniones sobre otros para que pudieran tomar decisiones rápidas en una situación crítica. Una tercera investigación esboza la cantidad de razonamiento que conlleva la toma de decisiones morales, mucho más que el instinto de "instinto".
En resumen, hay una razón por la cual el liderazgo atrae nuestra atención tan a fondo. El umbral para la cantidad de datos que necesitamos para tomar decisiones es tan dinámico y variado como las decisiones que necesitamos tomar.