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La Administración del Seguro Social (SSA) ofrece pagos por discapacidad a las personas que no pueden trabajar debido a una condición médica. Para calificar, los solicitantes deben demostrar que tienen una condición incapacitante y que la condición interfiere con su capacidad de trabajar para vivir. La SSA considera la evidencia médica del médico del solicitante, así como de sus propios médicos al tomar decisiones sobre la discapacidad.
Condición médica documentada
La SSA tiene una lista de condiciones médicas que considera incapacitantes. Algunas de estas afecciones, como la insuficiencia cardíaca congestiva, son afecciones físicas, mientras que otras, como el síndrome de Asperger, son de naturaleza neurológica y psicológica. Para calificar para una discapacidad médica, una persona debe ser diagnosticada con una de las condiciones en la lista por un médico calificado. Las notas del médico y los informes médicos son pruebas sólidas de la discapacidad de una persona.
Incapacidad para trabajar
La discapacidad debe ser lo suficientemente grave como para interferir con la capacidad de la persona para trabajar. La SSA considera las experiencias laborales pasadas y las futuras experiencias laborales potenciales al hacer este juicio. Evalúa experiencias de trabajo pasadas basadas en el esfuerzo físico y mental requerido para volver a ese tipo de trabajo, teniendo en cuenta la evidencia médica. Si la persona ya no puede realizar ese tipo de trabajo, la SSA luego considera si la persona podría realizar otros tipos de trabajo.
Examen consultivo
La evidencia médica existente puede no ser lo suficientemente sólida como para que la SSA tome una decisión. En estos casos, se requiere que la persona asista a un examen consultivo. Se hace todo lo posible para permitir que el médico de atención primaria de la persona realice este examen; si esto es imposible, la SSA paga a uno de sus médicos para evaluar el reclamo de la persona. El propósito de este examen es evaluar la condición médica de la persona y el efecto que tiene sobre la capacidad de la persona para trabajar.