A menudo se nos dice que pensemos "pensamientos felices" o que "mantengamos una actitud positiva", pero según un nuevo estudio, estos son mucho más que simples aforismos. Un estudio reciente publicado en la revista. Comportamiento humano de la naturaleza confirma que recordar recuerdos positivos en realidad tiene el poder de liberarnos del estrés. Estamos aquí para eso.
El estudio lo explica todo claramente: "Recordar recuerdos felices provoca sentimientos positivos y mejora el bienestar de uno, sugiriendo una posible función de adaptación al usar esta estrategia para sobrellevar el estrés". Claro como el dia
La forma en que se realizó el estudio fue la siguiente: se pidió a 134 voluntarios que sumergieran las manos en agua helada. Después de eso, los voluntarios se dividieron en dos grupos, a la mitad de ellos se les pidió que pensaran en una memoria positiva y a la mitad se les pidió que realizaran una tarea de rutina que sabían cómo hacer. Inesperadamente, aquellos que pensaron en un recuerdo feliz se sintieron mejor después de todo este episodio. Pero más allá de eso, aquellos que pensaron en recuerdos felices también tuvieron un aumento en el cortisol reductor del estrés. "Pensar en recuerdos felices, entonces, fue directo al corazón de la respuesta al estrés fisiológico", encontró el estudio.
Luego se realizó un segundo estudio para monitorizar las exploraciones cerebrales, mediante resonancia magnética, mientras que los voluntarios pensaban en los recuerdos positivos y negativos. ¿Los resultados? "Recoger buenos recuerdos, pero no neutrales, se asoció con una mayor actividad en las regiones cerebrales prefrontales asociadas con la regulación de la emoción y el control cognitivo, las mismas regiones suprimidas por el estrés agudo, así como en las regiones corticostriatas asociadas con el procesamiento de recompensas".
La moraleja de la historia: los pensamientos felices en realidad llevan a permanecer positivos. Ya lo sabíamos, pero es bueno tener un voto de confianza de la ciencia.