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Para calificar para los beneficios de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI), primero debe cumplir con los criterios de ingresos y recursos. Su ingreso contable no debe ser mayor que la cantidad permitida para que usted reciba el SSI, incluso si tiene una discapacidad mental. Si cumple con los requisitos de ingresos, debe proporcionar a la Administración del Seguro Social ejemplos claros de cómo su condición mental afecta su vida diaria e interfiere con su capacidad para trabajar.
Apoyando su reclamo
Cuando solicita SSI, además de cumplir con el requisito de bajos ingresos, debe presentar evidencia médica que respalde su reclamo de que padece un trastorno mental que afecta o limita su capacidad para trabajar. La evidencia médica incluye documentación de síntomas, exploración física, hallazgos de laboratorio y signos de anomalías psicológicas. La condición ya debe haber durado o se espera que dure por un período mínimo de 12 meses consecutivos. Los trastornos mentales que califican deben caer dentro de al menos una de las nueve categorías de diagnóstico: esquizofrenia, trastornos psicóticos, trastornos afectivos, retraso mental, trastornos de ansiedad, trastornos somatomorfos, trastornos de personalidad, adicción a sustancias y trastornos autistas u otros trastornos del desarrollo.
Gravedad del deterioro
El Servicio de determinación de la discapacidad (DDS) usa ciertas pautas para medir la gravedad de la discapacidad mental de una persona. El DDS analiza si un impedimento mental limita significativamente su funcionamiento general y su capacidad para realizar un trabajo por el que se le paga. Para calificar como una discapacidad, un trastorno mental debe afectar su vida en cuatro áreas principales de funcionamiento. El impedimento debe limitar su capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. Un trastorno mental también debe afectar su capacidad para concentrarse y centrar su atención para que no pueda completar las tareas. Además, la discapacidad mental debe impedirle interactuar con otras personas y funcionar a nivel social. Finalmente, el deterioro mental debe afectar su capacidad para manejar el estrés de manera efectiva. La descompensación se caracteriza por episodios que aumentan sus síntomas y disminuyen su capacidad para funcionar. Dependiendo del tipo de trastorno mental que tenga, debe demostrar que tiene dificultades en al menos dos o tres de estas cuatro áreas de funcionamiento. El DDS determina si el impedimento limita severamente su capacidad para funcionar de manera independiente de manera continua.
Tipos de evidencia
Las formas aceptables de evidencia médica relacionada con su discapacidad mental incluyen antecedentes del trastorno, registro de tratamientos y hospitalizaciones, resultados de pruebas psicológicas, notas de entrevistas clínicas con un psiquiatra o psicólogo, evaluaciones de empleadores y observaciones escritas de amigos y familiares. El Seguro Social puede necesitar obtener evidencia que cubra un largo período de tiempo para determinar si su nivel de funcionamiento varía. El DDS examinará si los intentos que ha realizado para trabajar han sido a corto plazo. Su comportamiento mientras trabajó, así como las razones para terminar su empleo pueden ser relevantes para su caso.
Técnicas de prueba
Las pruebas psicológicas miden la inteligencia de una persona y evalúan el funcionamiento cognitivo y emocional. Las evaluaciones y las pruebas de detección se utilizan para evaluar a una persona para detectar anomalías psicológicas o de comportamiento. Las evaluaciones neuropsicológicas ayudan a confirmar problemas con la función cerebral, como dificultades con la percepción, capacidad de resolución de problemas, atención y concentración o comportamiento social inadecuado. Al revisar un caso, los profesionales del DDS buscan identificar cambios en la personalidad, deterioro de la memoria, incapacidad para controlar los impulsos, disminución de la capacidad intelectual y límites notorios en la realización de las actividades de la vida diaria. Los revisores también buscan un historial de un año o más de no poder funcionar fuera de un entorno de vida extremadamente estructurado y de apoyo.