Tabla de contenido:
Las tarjetas de crédito y la deuda son parte de la vida moderna. Sin embargo, las tarjetas de crédito casi invariablemente tienen tasas de interés más altas que cualquier otra forma de deuda que un consumidor pueda encontrar. Comprender la tasa de interés de una tarjeta de crédito y el APR de la tarjeta en realidad es clave para cualquier plan de administración de dinero.
Conceptos erróneos
Un malentendido común con las tarjetas de crédito es que la Tasa de porcentaje anual (APR) es el interés real que se cobra sobre el saldo pendiente de la cuenta. Esto no es verdad. El APR de una tarjeta de crédito es una estimación de cuál es la tasa de interés o lo que será en un futuro próximo. Dadas las condiciones estables, el APR es, en el mejor de los casos, un reflejo parcial de la Tasa Anual Efectiva (EAR), pero no siempre es así. Las condiciones inestables pueden hacer que la APR se parezca poco a lo que será la EAR al final de un año fiscal.
Consideraciones
Las principales diferencias entre EAR y APR son dobles. Primero, EAR no se reconoce comúnmente como un término legal, y ciertamente no se reconoce como tal en los estados donde se basan casi todas las compañías de tarjetas de crédito (como Delaware). En segundo lugar, EAR no incluye cambios de una sola vez, como las tarifas iniciales o finales. Tampoco incluye circunstancias extraordinarias, como aquellas que pueden hacer que cambie su tasa de interés, como el pago atrasado, transferencias de saldo u ofertas especiales.
Caracteristicas
Las tasas de interés de las tarjetas de crédito están determinadas principalmente por la tasa de interés cobrada por la Reserva Federal, las proyecciones del emisor sobre la inflación futura y la evaluación del emisor de la solvencia crediticia de un cliente. Las tasas de interés bajas, la inflación estable y un buen historial crediticio pueden igualar una tasa de interés baja en una tarjeta de crédito. Por ejemplo, muchos estadounidenses disfrutaron de tasas de entre el 9 y el 12 por ciento a fines de la década de 1990, un reflejo de las condiciones económicas de la época. Es probable que los mismos estadounidenses ahora reciban tasas del 15 al 19 por ciento en sus tarjetas de crédito, debido en gran parte a las proyecciones futuras de tasas de interés más altas y mayor inflación.
Advertencia
Las tasas de interés de las tarjetas de crédito y los pagos mínimos a menudo son poco conocidos, y este hecho de no entenderlos puede resultar en una deuda sustancial y paralizante a largo plazo. Por ejemplo, suponiendo que el saldo estable y todas las demás condiciones permanezcan iguales, un APR de 12.99 por ciento en el transcurso de un año de interés compuesto es lo mismo que un EAR de 13.79 por ciento. La matemática involucrada en la determinación de estas figuras es complicada. El resultado es que la planificación para pagar las deudas de las tarjetas de crédito en plazos regulares suele ser defectuosa, porque en el caso de un saldo grande, la diferencia del 1.5 por ciento aún puede sumar cientos de dólares por año.
Beneficios
Las tarjetas de crédito ofrecen a los consumidores una fuente de crédito disponible. A pesar de las tasas de interés, que siempre son más altas que las de los préstamos bancarios, esto puede proporcionar una herramienta útil para las personas o familias que buscan sobrevivir cuando enfrentan dificultades financieras a corto plazo. Ese es especialmente el caso en los Estados Unidos, donde hay una tasa muy baja de ahorros personales.