Tanto el drama en el lugar de trabajo se reduce a la falta de comunicación, y tanta falta de comunicación es hablar entre sí sin siquiera saberlo. Los investigadores han descubierto que esto puede aplicarse incluso a cómo entiendes el estrés, tanto en tu propia vida como en la de tus compañeros de trabajo. Si hay una discrepancia entre colegas, puede interferir con el trabajo hasta el punto de retener a uno de ellos profesionalmente.
Los psicólogos de la Universidad de Tel Aviv acaban de publicar un estudio que demuestra la desconexión que puede tener con un compañero de trabajo en función de si considera que el estrés es positivo o negativo. En primer lugar, casi 400 empleados estadounidenses respondieron una encuesta a un personaje ficticio, Ben, "que trabaja muchas horas, tiene un puesto directivo y necesita realizar múltiples tareas". Los participantes evaluaron el nivel de agotamiento del personaje y llenaron un cuestionario sobre sus propias mentalidades de estrés.
"Cuantos más participantes vieron el estrés como positivo y en aumento, más percibieron a Ben experimentando menos agotamiento y, por lo tanto, lo calificaron como más digno de ser promovido", dijo la investigadora principal Sharon Toker en un comunicado de prensa.
Más tarde, los investigadores utilizaron técnicas de "preparación" para asignar a 600 participantes estadounidenses e israelíes a dos grupos de mentalidades diferentes: uno que piensa que el estrés es debilitante y negativo, y otro que considera que el estrés aumenta y es positivo. Después de darles a los participantes una descripción de la carga de trabajo de Ben, los psicólogos pidieron a los grupos que juzgaran el agotamiento, la productividad y los signos físicos de estrés de ese empleado. También preguntaron si el empleado falso debería ser ascendido y si los encuestados lo ayudarían, viendo cuán estresado estaba.
En última instancia, aquellos que pensaban que el estrés era una cualidad mejoradora no veían a Ben tan delgado o quemado. Y aunque era más probable que le ofrecieran un ascenso, era menos probable que le ofrecieran ayuda. El otro grupo, que calificó el estrés de manera negativa, sintió que Ben no debería obtener un ascenso si ya estaba estresado.
En resumen, la forma en que experimenta el estrés no es universal, y no es necesariamente un reflejo de cómo le está yendo a otra persona en su oficina en su trabajo. Considere si su colega está prosperando en sus propios términos, o simplemente pregunte. Si no lo están, vaya en contra del grano: descubra cómo puede ofrecer ayuda.