Anonim

Crédito: @ sundeivdm / Twenty20

Usualmente mezclar dinero y emociones es considerado algo malo. Ya sea que se trate de terapia minorista o de compras impulsivas, no tenemos una opinión alta sobre la gestión financiera basada en sentimientos. Pero un nuevo estudio sugiere que deberíamos intentarlo más a menudo y que sus beneficios a largo plazo podrían ser enormes.

Los psicólogos de la Universidad de Creighton acaban de publicar su Estudio de ahorros bancarios rediseñados, que analiza la relación entre los vínculos sentimentales y la educación financiera. Un grupo de participantes se sentó a través de una presentación sobre ahorros, que incluye información sobre la efectividad del interés compuesto y cómo planear estrategias para crear ahorros. A un segundo se le pidió que trajera un objeto o una foto de un objeto que significaba mucho para los participantes.

El segundo grupo se sumergió en ejercicios basados ​​en la emoción que conectaban sus sentimientos positivos acerca de sus objetos con el valor de establecer metas de ahorro. Mientras que el primer grupo de control se tomó en serio la clase directa e informó que aumentó sus ahorros en un 22 por ciento durante un período de tres semanas, el grupo que conectó los ahorros con los estados emocionales ahorró tres veces más: un aumento del 67 por ciento. Los investigadores encontraron que continuar esa tendencia podría ayudar a esos participantes a ahorrar más de $ 10,000 al año.

Si bien el estudio tiene un gran potencial para los planificadores financieros, no tiene que ser un profesional para integrar estos hallazgos en su propia vida. El equipo de investigación recomienda vincular la emoción con el ahorro en tu cabeza preguntándote qué te hace valorar los artículos nostálgicos y traduciéndolos a tu visión de tu propio futuro. Mantenga recordatorios visuales de esa conexión y golpee mientras la plancha está caliente automatizando sus mecanismos de ahorro. Esto puede ser tan simple como configurar transferencias regulares de su cuenta corriente a su cuenta de ahorros.

"Cuando tenemos una imagen clara de lo que queremos ahorrar, cuando podemos identificar por qué nos importa, y cuándo podemos experimentar, en un nivel emocional profundo, lo maravilloso que se sentirá al cosechar las recompensas de nuestros esfuerzos, ahorrando más no solo se hace posible, se vuelve divertido ", escribe el autor principal Brad Klontz en Psicología Hoy. El no esta equivocado Resulta que incentivar el ahorro no puede costar más que poco tiempo.

Recomendado Selección del editor