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El valor de una unidad monetaria casi siempre cambiará con el tiempo. Esto sucede cuando cambia la cantidad de bienes y servicios que la moneda puede comprar. Por ejemplo, si bien un dólar puede comprar una cierta cantidad de oro en un año en particular, el próximo año puede permitir que la persona compre significativamente menos. Cuando una unidad de moneda gana valor, esto se conoce como deflación. La deflación tiene una serie de causas diferentes.
La política monetaria
Uno de los principales factores que afectan el valor de una moneda en particular son las acciones del banco central del país que emite la moneda. La mayoría de los bancos centrales pueden controlar el suministro de una moneda en particular imprimiendo dinero o sacando más dinero fuera de circulación. Si el banco central saca el dinero de la circulación, entonces la oferta del dinero disminuirá en relación con la demanda, haciéndolo más valioso.
Mala economia
Una mala economía puede disminuir la demanda de bienes. Esto puede tener varios efectos. Primero, las compañías pueden verse obligadas a bajar sus precios para competir. Esto significa que una unidad monetaria podrá comprar más bienes y servicios que antes: la deflación. Además, esto puede llevar a una disminución de los salarios, lo que puede exacerbar la disminución de la demanda, provocando una espiral deflacionaria.
Más demanda de moneda
A menudo, la moneda es propiedad no solo de las personas que la usan para comprar bienes y servicios, sino también de inversionistas internacionales. Cuando más inversores están comprando una moneda en particular, esto reduce la oferta de la moneda en relación con la demanda. Esto hace que la moneda sea cada vez más valiosa, ya que hay menos de ella disponible. Sin embargo, si los inversores deciden vender la divisa, el valor puede volver a caer.
Aumento de la oferta de bienes.
Si el número de bienes disponibles dentro de un país en particular aumenta en relación con la demanda de estos bienes, entonces, siguiendo la ley de la oferta y la demanda, el precio de estos bienes bajará. Al igual que en una mala economía, cuando la demanda de bienes cae, aquí también un aumento en la oferta de bienes provocará la deflación. Esto también puede desencadenar una espiral deflacionaria, si no se verifica el exceso de oferta.